miércoles, 1 de agosto de 2012

EL CONCIERTO DE YAHVÉ Y UNAS CUANTAS REFLEXIONES (Crítica del concierto de Yahvé M. de la Cavada con el grupo Electric Solo)

Electric Affair
Yahvé M. de la Cavada, guitarra
Juan Ortiz, teclados
Jorge Sánchez, bajo eléctrico
Periko Ráez, batería

Jueves 31 mayo de 2012. Robadors 23 (Barcelona)

Me dicen que a ver si quiero hacer de crítico de un grupo liderado por un crítico que actuará en una conocida sala de Barcelona. ¿Así se dice, no?
Pues claro que acepto, así podré añadir a mi curriculum de músico, compositor, muslari y filibustero el de crítico. En plan hombre renacentista, cómo mola.
Vamos a ello.
El grupo de Yahvé me sorprendió gratamente, tenía punch y sonaba cohesionado. Tras observar que el teclista era Juan Ortiz y el batería Periko Ráez, quizás no me tendría que haber sorprendido.
Algunas canciones me recordaron a Ten Years After, y los solos blueseros tenían trempera, como decimos en Barcelona. Hasta aquí todo bien.



Ustedes me perdonarán el lapsus, pero es que mientras escribo estas líneas me viene a la cabeza un episodio que sucedió en Barcelona en los años 90. Los músicos locales eran en general ninguneados por la crítica (¿ha cambiado algo? “Seguramente”, dirán algunos, “pero no lo suficiente”, creo). Una vez vi un crítico llegar al final del concierto de un grupo local-emergente y, sorpresa, al día siguiente se publicó la reseña del concierto en el tabloide de turno, pero además con escasa suerte para el músico.
Me acuerdo que como músico que comenzaba (eran mis primeros pasos en eso de no perderse, pasar por los cambios, etc.) me produjo una gran indignación lo que leí. Seguramente era el desdén que utilizaba el periodista al juzgar la obra de aquellos jóvenes músicos locales que sin ninguna duda tantas horas habían dedicado a cuidar eso que salía de sus instrumentos. Un poco de por favor, pensé. Igual les debió de hacer más fuertes, pienso ahora en que todo ha cambiado, la crítica ha cambiado, desde luego. ¿Y los músicos?, ¿hemos cambiado? Mejor lo dejo para otro artículo, que la autocrítica siempre es buena, o eso dicen.


Y es que no puedo dejar de criticar a la crítica, es que me entran unas ganas, oye. De buen rollo, pero creo que seguimos cayendo en los mismos errores. Algunos me llamarán iluso, pero yo creo que el panorama actual podría cambiar con un par de detalles, o detallazos. Estamos donde estamos, o sea, en el mismo sitio, más o menos: los grandes festivales programan a las grandes estrellas y, a veces, a algún músico local. Entonces, el periodista va, coge y escribe sobre las grandes estrellas, ningunea  a los músicos locales y yo me pregunto: ¿algún día revertirá eso? ¿Cuándo se va a acabar esta dinámica? ¿Podemos hacer algo los músicos para que nos dediquen un minuto de gloria? En los festivales de cine estatales siempre hemos visto cohabitar a las estrellas con los actores locales. Ahora mismo me acuerdo del festival de cine de San Sebastián: en la rueda de prensa se podía ver a Bette Davis junto a Maribel Verdú, y a Sean Penn junto a Guillermo Toledo (creo recordar que era Toledo). Y como si tal cosa. En el jazz no, será que estamos acomplejados.
Claro, en el mundo del cine se aplicó un plan desde arriba, desde el Ministerio de Cultura que abrió el grifo con el fin de crear un tejido (actores, directores, productores,…) para que luego el público consumiera cultura autóctona, sin la necesidad de estar constantemente comparándolos con Hitchcock, Ford o Rossellini.
Porque no me dirán que con las migajas que caen debemos estar los músicos de acuerdo, ¿no? Actualmente, conseguir actuar en uno de estos festivales, o simplemente actuar en algún lugar de cuyo nombre…, no es una tarea fácil, si finalmente se consigue. Creo que sería justo que el crítico primero hiciera el esfuerzo de personarse en el concierto y, en segundo lugar, pues eso, como si fuéramos la Verdú aunque al lado esté Eva al desnudo.     




Volvamos al Chino barcelonés.
Brillaron los solos de Juan Ortiz aunque tocó poco. Debiera de haber hecho algunos solos más. A mí desde luego me supo a poco el arte de este músico que cada vez que lo escucho veo que va a más. Yahvé mostró grandes dosis de energía y espontaneidad pero pecó de exceso de protagonismo. Creo que “dejando hacer” a los músicos de la banda los resultados podrían ser excelentes.
De la sección rítmica diré que brilló a gran nivel y he de destacar el que ofreció seguramente el mejor solo de la velada. Este corrió a cargo del baterista Periko Ráez que, en un ejercicio conceptual de mantenerse fiel a una idea, dejó más que constancia de su calidad. Un regalo.


Juan de Diego
(Fotografías de Marta Martínez)


martes, 12 de junio de 2012

Crítica del concert del Roger Roca

Entering into the world of Roger, Raimon and Julián's rich music brings a feeling of travelling: as if watching the changing landscape roll by, all the while keeping an underlying sense of momentum and movement. Often bursting into playful rhythms, unexpected changes and delightful melodic surprises, their unique mixture of electric guitar, voices, cello, piano, guitar and pre-recorded sounds, is always engaging and beautifully arranged. Drawing on classical, country, folk, independent and alternative roots, theirs is a skillful meeting of melodies, harmonies, rhythms (and chicken noises!) The journey moves from expansive and filmic (Tots Sants) to playful (Gramatica) to hauntingly beautiful (Irene i Maria, Cumpleaños feroz) and intimate (Mitad cobra). As musicians and song-writers, they have soul, originality and a lot of talent and both Roger and Julián's beautiful voices, naturally shy from lack of airtime, are filled with promise. So, when is the next show?


Musicians: Roger Roca, guitar and voice; Raimon Fransoy, piano; Julián Kancepolski, cello, guitar and voice.



Entrar en el mundo de la rica música de Roger, Raimon y Julian nos trae una sensación de viaje; como si viésemos rodar el cambiante paisaje, siempre manteniendo un sentido implícito de movimiento y momentum. A menudo desembocando en lúdicos ritmos, cambios inesperados y hermosas sorpresas melódicas; su mezcla única de guitarra, voces delicadas, cello, piano y sonidos pregrabados, es siempre encantadora y está bellísimamente arreglada. Dibujando sobre raices clásicas, country, folk, alternativas e independientes, el suyo es un habilidoso encuentro de melodias, armonías, ritmos (y sonidos de gallinas!). El viaje se mueve desde lo fílmico y expansivo (Tots Sants) a la alegría (Gramatica),  hasta lo hermosamente misterioso (Irene y María, Cumpleaños Feroz) y lo íntimo (Mitad cobra). Como músicos y cantautores, tienen alma, originalidad y mucho talento, y ambas voces hermosas, las de Julián  y Roger, naturalmente tímidas por ser el primer concierto de este grupo, están llenas de promesas. Entonces, ¿cuando es el próximo show? 






Samantha de Siena
(Fotografies: Equip Sputnik)



miércoles, 14 de marzo de 2012

UNA CRÍTICA DE L’ESPECTACLE 3021 D’ALBERT GIRONS

“ERNEST.- But is Criticism really a creative art?

GILBERT.- Why should it not be? It works with materials, and puts them into a form that is at once new and delightful. What more can one say of poetry?”

Oscar Wilde (The Critic as Artist, 1890)

Les coses mai són el que semblen, ni el crític és artista, ni l’artista crític. Si de cas, ressenyador de butxaca (segons diu ell mateix). Tampoc som a l’any 3021, però per una estona ens hi van portar als pocs intrèpids que ens vam acostar al carrer Robadors 23, bressol del jazz local o local del jazz bressol. Les coses mai són el que semblen.

I és una llàstima, ja que l’Albert Girons es va vestir per a l’ocasió i ens va preparar un espectacle enginyós, on van sonar cançons dels diferents projectes que lidera. Us ho vàreu perdre. Tot començava amb el clàssic retard que tenen les comunicacions amb l’espai exterior i amb un full explicatiu on es plantejava un hipòtetic futur, després de Google, en el qual la població es troba dispersada en diferents planetes, es comunica telepàticament, s’autofecunda i no intercanvia opinions per no generar conflictes. Tot molt Brave New World, fins que apareix un humanoide del passat que ho remou tot, ell. D’aquesta manera, ens preparava pel que havia de venir, però tot i així ens va sorprendre, va sonar un playback al més pur estil sci-fi i baixant per les escales amb parsimònia, va aparèixer l’Albert amb vestit de núvia i parlant-nos telepàticament. Encara que sembli mentida, així va ser. Només obria la boca per cantar, la resta amb la ment. Van sonar cançons de Lasentina (amb el fantàstic Falconades acabat de treure del forn), d’Albert amb l’aigua al coll, alguna d’inèdita i músiques fetes per a cinema i publicitat sota la marca Watch the sound. Guitarra i veu, blues del futur, pop negre amb reverbs cavernícoles, històries animals i derivats del petroli amb ànima. Amb les cançons d’Albert amb l’aigua al coll va aparèixer, també del futur o del passat segons com ho mirem, la polifacètica Tanit Plana (fotògrafa, ideòloga i percussionista), òbviament també vestida de blanc. La imatge dels dos a l’escenari costa d’oblidar. Ja ho diu ella, la Tanit, que encara que costi de creure, avui dia continua sent provocador vestir-se de núvia. Final de festa, convit, concert, sessió extrasensorial o viatge en el temps on el llavors duet es va posar més electro i ballable.


3021 va ser una intel·ligent invitació a acostar-se a l’univers Girons en totes les seves vessants. Arqueologia sonora per reinventar-se i treure suc d’un format auster i, a priori, compromès. Fantàstica (mai més ben dit) manera.

Al sortir, una noia lleugera de roba em va convidar a dormir amb ella. Les coses mai són el que semblen.

Miquel Sospedra

(Fotografies de Ferran Climent)

sábado, 18 de febrero de 2012

TOTHOM QUIET!*... QUE ARRIBA EL CICLE I ES FAN DIR CRÍTICS...

¡Quieto todo el mundo! –amb veu nasal-. I de cop i volta tot s’inverteix. Bé, en realitat només canvia el paper dels músics, que fan de pixatinters per una nit, i el dels opinadors professionals de música, que agafen un instrument i es posen de cara el públic per una estona. La casualitat ha volgut que, enguany, la 3a edició del cicle I es fan dir crítics... —o I en diuen crítics...— s’inauguri el dia en que es commemora el 31è aniversari de l’infaust intent de cop d’estat protagonitzat per personatges com el tinent-coronel Tejero —amb l’aquiescència del monarca, segons sembla—. I si aquells senyors van jugar a convertir el país en una república bananera per unes hores, nosaltres ens divertim subvertint els papers que tradicionalment corresponen al binomi periodista-músic, donant a ambdós subjectes la possibilitat de redimir-se de les seves obscures frustracions. O no, perquè de vegades els tòpics només solen ser això: tòpics.

I per començar la tercera temporada d’aquest cicle únic al planeta Terra, res millor que amb un crític de la revista Butxaca que també exerceix de músic amb grups com La Sentina, Albert amb l’aigua al coll i Fantasmes: Albert Girons, que presentarà en exclusiva un espectacle nou: el musical 3021. Des fileres del públic —o des de la barra—, un músic prendrà nota de tot el que passi, per posteriorment publicar una crònica en aquest mateix blog. En concret, observarà l’espectacle amb deteniment —o no— un quatrecordista polifacètic...

Martí Farré

*Traducció al català del tejerià “¡Quieto todo el mundo!”

ALBERT GIRONS presenta 3021.

Albert Girons, veu i guitarra

Dijous 23 de febrer. Robadors 23 (http://23robadors.wordpress.com/), a les 21.30h, 3 €.