El "Espíritu Musical"

Aquí teniu la crítica del primer concert del cicle "I es fan dir crítics!", a càrrec de Dani Domínguez.

JOAN DÍAZ Piano

FERRAN ESTEVE Bajo

ORIOL ROCA Batería

Robadors 23, 24 de Febrero del 2009, 21 h

Aforo Completo

Ir a escuchar a Joan Díaz y Oriol Roca, en compañía de quien sea, en un enclave como Robadors 23 (uno de los espacios culturales por los que tengo especial debilidad en esta ciudad) siempre es un placer. Más si te invitan a un juego curioso, un divertimento, un carnaval: el crítico criticado por el antes criticado músico... En esta primera edición Ferran Esteve se convertiría en sujeto paciente (objeto directo) de mi crítica.

Una vez llegado a la cita, me sumergí en mi papel de crítico y me dejé invitar a un bourbon en la barra. Allí comencé a intercambiar anécdotas y contemporizar con los presentes: músicos, periodistas, fotógrafos, editores y demás fuerzas vivas de la escena del jazz (...de la cultura?) barcelonesa. A pesar de sentirme encantado con mi recién adquirida personalidad, decidí abstenerme de quedarme en la barra y hablar en los solos de bajo.

Con todas las sillas ocupadas y tras una breve presentación a cargo de Esteve, bajista, compositor y líder del trío, comenzó el concierto. La propuesta escénica era de total confianza, íntima y pública al mismo tiempo, centrada exclusivamente en la expresividad, en tocar por el placer de tocar, por el mero hecho de jugar (play, jouer...), dejando participar a músicos y oyentes en el proceso.

Los dos originales de los que constó el concierto (una revisión del Little Tootie Rootie de Monk y otra de Mood de Carter) se ofrecían como marco amplio y poco restrictivo a la conversación de los componentes del trío, de una manera que a mí se me presentó como evidencia de que ser músico de jazz pasa necesariamente por un compromiso, por lo que Erik Satie llama, en una conferencia del mismo título, el "Espíritu Musical". Una vez adquirido ese compromiso, tanto la inteligente lectura del contexto por parte de Roca, como la intachable conducción armónico-melódica de Díaz, como el ímpetu y la inocencia técnica de Esteve pasan a no existir por separado, y componen un todo que aunque no pudo mantener su homogeneidad a lo largo del breve concierto, sí cristalizó en algunos pasajes. Con un poco más de trabajo, se podría haber conseguido mejores resultados.

Tras los aplausos del respetable, continué con mi labor de periodista y me dejé invitar por otro bourbon mientras compartía más anécdotas, cada vez más subidas de tono...

Al final de la noche, caminando por las nunca vacías calles de Barcelona, algunas preguntas seguían sonando dentro de mi: ¿Por que no hay la misma afluencia de público cuando hay otras propuestas, cuando menos, tan interesantes como esta? ¿Sabían los que llenaron el club que se estaba jugando, el mismo día a la misma hora el Barça-Olympic de Lyon de Liga de Campeones? ¿Por que se llenó esta vez? ¿Quizás por que lo anunciaba Catalunya Radio...? ¿Donde están las llaves de mi casa...?

Dani Domínguez

(fotografies de Joan Cortés i Marc Estrugo)